lunes, 27 de septiembre de 2010

Cómo se consiguió lo que hoy se defiende en la huelga del 29-S

Desde que la clase obrera en el Estado español comenzó a organizarse ha sido protagonista de numerosos movimientos huelguísticos para la defensa de sus derechos.

Una de las primeras huelgas que se producen en España es la de la Real Fábrica de Paños de Brihuega, en Guadalajara, en 1730. Pero es a raíz de la formación y desarrollo del movimiento obrero, tras la revolución septembrina de 1868, cuando la huelga general se establece como herramienta de lucha de la clase obrera. Los movimientos campesinos de finales del XIX en Andalucía tienen mucho ya de movilización popular. El desarrollo que tuvo entre 1870 y 1874 la Federación de la Región Española, así como entre 1880 y 1888 la Federación de Trabajadores de la Región Española, es buena muestra del avance del movimiento obrero. A inicios del siglo XX, Francisco Ferrer publica en Barcelona un periódico con una cabecera muy sugerente, La Huelga General. Entre 1902 y 1903 se producen numerosas huelgas para la mejora de la clase obrera. Esto lleva a que en 1904 en el Gobierno de Azcárraga apruebe la Ley del Descanso Dominical, uno de los primeros avances en materia laboral gracias a la presión huelguística.

La situación de los trabajadores obligados a ir a la guerra de Marruecos provocó una reacción en las organizaciones sindicales. Así, en 1909 y coincidiendo con el embarco de tropas a Marruecos tras el desastre del Barranco del Lobo, se convoca una huelga general en contra de la guerra y por la mejora de las condiciones obreras. Es la Semana Trágica de Barcelona, que termina con una fuerte represión y con cinco fusilamientos, entre ellos el de Ferrer.

En 1910 nace la CNT y un año después es protagonista de la huelga general que se convoca, lo que supone su ilegalización en 1911. En Barcelona se produce la llamada huelga de La Constancia, en 1913, que está encabezada por mujeres.

La huelga general revolucionaria de agosto de 1917 vino de la mano de un pacto tácito entre CNT y UGT. La represión por parte del Gobierno fue brutal y el Comité de Huelga acabó en pleno en la cárcel. En 1918 se produce la huelga de La Canadiense, empresa barcelonesa de electricidad. Esta huelga provoca una negociación con Gobernación que lleva a la aprobación de la jornada de ocho horas de trabajo, una reivindicación histórica del movimiento obrero.

La dictadura de Primo de Rivera pone fuera de la legalidad a las organizaciones revolucionarias, por lo que la lucha se desarrolla en otros campos. Al proclamarse la República en 1931 y coger el Ministerio del Trabajo el ugetista Francisco Largo Caballero, hay una parte de las reivindicaciones obreras que son concedidas. Pero no todas. Ya en mayo de 1931 el Sindicato Único Telefónico de la CNT proclama una huelga general. Y tanto ugetistas como cenetistas, al no ver cumplidas las expectativas laborales con la República, protagonizan varios movimientos huelguísticos entre 1931 y 1933. Al producirse la victoria de la derecha en noviembre de 1933, la CNT declara una huelga general revolucionaria para diciembre de ese año, que fracasa. Durante 1934 la estrategia de acción directa consigue algunas victorias laborales, como en la huelga de camareros en Madrid. Pero el mayor movimiento revolucionario se produce en octubre de 1934, cuando ya es un hecho que el avance de la derecha amenaza las libertades y los derechos conquistados. La huelga triunfa tan sólo en Asturias, donde un pacto de socialistas, anarquistas y comunistas lleva incluso a la proclamación de la República Socialista y del comunismo libertario en numerosas zonas. La represión fue cruel.

Queda recordar la importantísima huelga de la construcción que se declara en la primavera de 1936, con un gran comité de huelga entre la CNT y la UGT en Madrid, que lleva a la cárcel a militantes de primera línea como Cipriano Mera. Con el inicio de la Guerra Civil, la batalla se traslada a otro campo y la victoria de las fuerzas golpistas contra la República lleva al movimiento obrero a una larga noche de represión y de crimen.

TRES MOVILIZACIONES EN TRES MOMENTOS CLAVE

‘51: BARCELONA Y LOS TRANVÍAS

El aumento del precio del billete de los tranvías en Barcelona dio lugar a una de las huelgas principales llevadas a cabo durante el Franquismo. Esta protesta consistió en una huelga el 12 de marzo que duró varios días más y en el boicot al transporte público que se extendió a Madrid y que en Barcelona tuvo como consecuencia que el Gobierno retirase la subida del transporte. A partir de aquella experiencia se dieron más episodios de huelga en el País Vasco o Pamplona.

‘76: EL DESPERTAR DE LA PESADILLA

Como ha dejado escrito el militante del PCE y de CC OO Víctor Díaz Cardiel, las principales huelgas de la Transición alcanzaron un nivel muy alto de participación. En enero se paralizaron sectores como el transporte, la banca, los seguros, la construcción, el metal e incluso las artes gráficas. En Madrid, la policía detuvo durante esos días a más de 200 sindicalistas. La huelga estuvo marcada por el cambio político provocado por la muerte del dictador.

‘88: LA HUELGA DE LA TELE

La pantalla de televisión con la carta de ajuste fue el primer síntoma de que la huelga del 14 de diciembre de 1988 se había ganado. El paro, convocado contra la reforma del mercado laboral proyectada por el Gobierno de Felipe González, fue seguido por más de ocho millones de trabajadores. Muchos bares, restaurantes y comercios se unieron a la huelga, que fue convocada por UGT y CC OO y paralizó el transporte y la industria en las grandes ciudades.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Como-se-consiguio-lo-que-hoy-se.html

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