martes, 8 de junio de 2010

EL HOMBRE DE LA PAZ



Pasados los días la rabia por el asesinato de los compañer@s de la flotilla de la paz a manos del ejército de Israel sigue quemandos en las entrañas. Hoy, al leer un viejo poema del maestro Benedetti dedicado a Salvador Allende, mi mente ha volado de nuevo para ponerse del lado de los compañer@s fallecidos y sus familias, es por ello que quiero dedicarle los hermosos versos a todos los que iban en esa flotilla de la paz (que nombre más hermoso) y sufrieron el terrorismo de estado Israelí:

Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y ademas los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre del paz era una fortaleza

para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo

Vientos del Exilio
Mario Benedetti)

1 comentario:

Alex dijo...

La impunidad, la complicidad, el silencio... la impotencia, la rabia, la nausea...

Su objetivo es crear miedo a todo el que quiera acercarse a dar la mano. Su fin es aislarlos tanto que no podamos ver su sufrimiento.
Su meta es el genocidio.

Malditos sean.