miércoles, 27 de octubre de 2010

Dragó cuenta que se folló en Tokio a dos crías de 13 años, una detrás de otra.



Según ha denunciado el periodista Xabi Larrañaga en el diario Noticiasdenavarra.com, “en su último libro, Fernando Sánchez-Dragó le cuenta a Albert Boadella que se folló en Tokio a dos crías de 13 años, una detrás de otra, y que lo volvieron loco”. El articulista denuncia lo sucedido y analiza lo que en su opinión constituye la última tendencia moderna: “La izquierda se ha vuelto beatorra, casi inquisidora, y la derecha por provocar se ha echado al monte”.

Por su interés informativo, reproducimos de forma literal el artículo publicado en noticiasdenavarra.com:

“En su último libro Fernando Sánchez-Dragó le cuenta a Albert Boadella que se folló en Tokio a dos crías de 13 años, una detrás de otra, y que lo volvieron loco. El delito ha prescrito, comenta muy cachondo, y añade que en verdad le violaron ellas. Sólo le falta pagar una ronda de anís a la cuadrilla e imitar a Torrente: es que las visten como putas. Recuerdo ciertas palabras de Umbral, que hablaba de calzarse a ninfas como de comer sugus. Todo está inventado.

Es la tendencia moderna. La izquierda se ha vuelto beatorra, casi inquisidora, y la derecha por provocar se ha echado al monte. Unos se escandalizan porque a un político se le escapa un "coño" en el mitin -¡sexista, machista!-; y otros, como Salvador Sostres, alaban la recia virilidad de nuestros bisabuelos, pues además de mujer tenían querida y encima se iban de fulanas. Qué machotes, aplaude el columnista de El Mundo. De modo que cuando el presidente endiosado afirma que prohibir el tabaco es de izquierdas, el presidente Dios responde que si le apetece conducir tras beberse una copa qué pasa, ¡hombre!, qué pasa. Ya lo dijo el profesor Neira al ser pillado en el control de alcoholemia: ¡vaya mierda de vida si uno no puede fumarse un puro, echarse un trago y pegarse un revolcón!

Los papeles están cambiados. La izquierda se encierra en el convento y en sus complejos. Empezó liando porros y acaba cerrando el estanco. Y la derecha abandona la sacristía y se las da de destroyer libertaria. Lástima que por ver quién la tiene más grande le ocurre a veces como al broncas del pueblo, que de tanto hacer trompos un día atropella a un vecino. O sea, delinque. Y no pasa nada. Frèdèric Mitterrand confesó que se acostaba con chaperos en Tailandia, y se encendió en Francia un debate acerca del turismo sexual. Aquí nos limitamos a reír las gracias. Con niñas de 13 años, el Dragó. ¿Tiene usted hijas, hermanas, sobrinas de esa edad? Qué casta, el tío, ¿eh? Y qué silencio en los medios”. (Artículo publicado en Noticiasdenavarra.com)

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