Aquellos que me conocen, saben que acabo de tomar una decisión importante en mi vida, que he decidido apostar por el CAMBIO. Aunque aún no sé si he tomado la decisión correcta, he de decir que sentía que debía intentar perseguir mis sueños, y ante todo ser yo mismo siempre, cueste lo que me cueste. Es por ello que os dejo un poema -más que un poema es una pequeña reflexión en verso- que resume muy bien lo que estoy sintiendo en estos momentos.
ES LA PRIMAVERA
Es la primavera,
tiempo de metamorfosis,
hora en que unos capullos florecen,
y otros, dan a luz
mariposas de colores imposibles.
Es la primavera,
tiempo de cambio,
hora en la que me asomo al abismo,
-y a pesar del miedo-
decido saltar al vacío,
contribuir al cambio
volviendo a ser YO mismo.
JUAN ANTONIO GONZÁLEZ
Aprovecho además para dejar aquí un poema de Bretch titulado “Loa de la Dialéctica”, todo un alegato en defensa del cambio de sistema, y del poder del obrero, de la gente, como único motor posible de este cambio. El cambio es difícil, y da mucho miedo afrontarlo. La gente tiende a acomodarse, y no es consciente de que en sus manos está el poder de llevar a cabo la transformación de la sociedad. Es el pueblo el que produce, el que trabaja, el que hace girar las ruedas del sistema. Y aunque hoy día parezca imposible, el día del cambio llegará, y mientras tanto hemos de ir poniendo nuestro granito de arena. El sistema utiliza todos sus mecanismos para obviar otra posibilidad que no sea el capitalismo, se encarga de hacer creer a la gente que es lo único que existe, pero la alternativa es real y llegará… En fin os dejo con el poema de Brecht que lo explica mucho mejor que yo, disfrutadlo, es una joya de la literatura combativa:
Con paso firme se pasea hoy la injusticia
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más.
La violencia garantiza: "Todo seguirá igual".
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación: "Ahora es cuando empiezo".
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
"Jamás se logrará lo que queremos".
Quien aún esté vivo no diga "jamás".
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados.
¿Quién puede atreverse a decir "jamás"?
¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros.
¿De quién que se acabe? De nosotros también.
¡Que se levante aquel que está abatido!
¡Aquel que está perdido, que combata!
¿Quién podrá contener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo.
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