Que El País se haga eco de las múltiples chorradas de Yoani Sánchez ya no sorprende a nadie: al fin y al cabo es un personaje que ellos han contribuido a crear y en el que han invertido un buen dinero, así que hay que rentabilizarlo a toda costa. Pero que lo haga Público es otra señal más de que el diario "izquierdista" está siguiendo la misma senda del de PRISA. En el fondo tampoco sorprende: una empresa comercial nunca podrá ser un medio crítico, porque siempre tenderá a defender sus intereses económicos por encima de cualquier valor periodístico.
Pero no por lógico es menos criticable.
La única prueba de que La Policía cubana detiene y maltrata a Yoani Sánchez es su testimonio y el de tres de sus amigos -de su misma cuerda- que supuestamente la acompañaban. El relato en sí mismo parece más una mala novela de ficción que un artículo periodístico, pero eso no ha sido óbice para que todos los medios le den una credibilidad que es obvio que no merece. Para muestra, un botón:
Sólo acerté a agarrarle a éste –a través del pantalón– los testículos, en un acto de desespero. Hundí mis uñas, suponiendo que él iba a seguir aplastando mi pecho hasta el último suspiro. “Mátame ya” le grité, con la última inhalación que me quedaba y el que iba en la parte delantera le advirtió al más joven “Déjala respirar”.
A lo peor en Publico se pasan de largo, y camino del centro-izquierda terminan como el ABC. En noticias como esta desde luego la línea editorial no tiene diferencia alguna con el conservador, por fortuna los comentarios son otro cantar, aunque con la censura sistemática a la que son sometidos seguramente tampoco durará mucho.
Adiós, Público, adiós.
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