jueves, 22 de enero de 2009

“El cura verdugo de Ocaña”, de Miguel Hernández.


El otro día descubrí gracias al columnista de Público Manuel Saco un poema poco conocido de Miguel Hernández. El poeta andaluz, detenido tras el final de la guerra civil, fue trasladado en 1940 al penal de Ocaña. Allí impartía clases a los presos analfabetos, y a hurtadillas, en esas clases, escribió con sus alumnos un poema dedicado al cura de la Prisión. Al parecer el susodicho religioso se reservaba para sí el placer de dar el tiro de Gracia a los ajusticiados ( a veces los remataba a martillazos). Este es el estremecedor poema que le dedicó Miguel (fallecido en la cárcel a los 31 años) al "Cura Verdugo de Ocaña":

Muy de mañana, aún de noche,
Antes de tocar diana,
Como presagio funesto
Cruzó el patio la sotana.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!
Llegó al pabellón de celdas,
Allí oímos sus pisadas
Y los cerrojos lanzaron
Agudos gritos de alarma.
"¡Valor, hijos míos,
que así Dios lo manda!"
Cobarde y cínico al tiempo
Tras los civiles se guarda,
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!
Los civiles temblorosos
Les ataron por la espalda
Para no ver aquellos ojos
Que mordían, que abrasaban.
Camino de Yepes van,
Gigantes de un pueblo heroico,
Camino de Yepes van.
Su vida ofrendan a España,
Una canción en los labios
Con la que besan la Patria.
El cura marcha detrás,
Ensuciando la mañana.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!
Diecisiete disparos
Taladraron la mañana
Y fueron en nuestros pechos
Otras tantas puñaladas.
Los pájaros lugareños
Que sus plumas alisaban,
Se escondieron en los nidos
Suspendiendo su alborada.
La Luna lo veía y se tapaba
Por no fijar su mirada
En el libro, en la cruz
Y en la "star" ya descargada.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!

2 comentarios:

Cristina Calle Cordero dijo...

increible y desgarrador, más por su veracidad...trocitos de una historia oscura que por desgracia tuvo lugar, y por suerte podemos leer hoy...
muchas gracias!

Anónimo dijo...

Sobrecogedor, duele todavía, se te vuelan el alma y las entrañas leyéndolo, sintiendo todo el horror y la tristeza sin límites que transmite el poema. Lo peor, saber que algo así ocurrió de verdad.

"Poeta Rojo"