martes, 23 de junio de 2009

Comunicado de Izquierda Anticapitalista Ante los acontecimientos en Irán


Las movilizaciones desencadenadas en Irán después de la reelección de Mahmoud Ahmadinejad en la primera vuelta de las elecciones presidenciales van cobrando cada día más fuerza en Teherán y en otras ciudades. Se trata de la mayor crisis política en ese país desde la instauración de la República islámica en 1979. Lo que empezó como una protesta impulsada sobre todo por la clase media de la capital parece extenderse por todo el país y también entre sectores populares. La juventud y las mujeres están teniendo una fuerte presencia en este movimiento de protesta. Han empezado también los primeros movimientos huelguísticos. Los trabajadores de Iran Khodro, el primer constructor de automóviles del país, han entrado en huelga, uniendo las revindicaciones políticas democráticas con la defensa del derecho a la huelga y a aumentos salariales.

La represión extremadamente violenta que se abate sobre las y los manifestantes muestran el carácter reaccionario del régimen iraní y de la presidencia de Ahmadinejad. También, los actuales acontecimientos expresan tanto la profundidad de la crisis existente en el seno de la casta dirigente político-religiosa - los cuatro candidatos fueron seleccionados por el poder establecido para participar en la campaña presidencial-, como las divisiones existentes entre las élites dirigentes.

Hoy es necesaria nuestra solidaridad hacia los y las que manifiestan pública y valientemente su oposición al régimen y rechazan el fraude electoral. Denunciamos la represión que golpea a los y las manifestantes y exigimos la liberación de los detenidos y las detenidas.

No se trata de tener que elegir entre Ahmadinejad y Musaví sino de apoyar los objetivos democráticos de las protestas populares en contra del régimen. Ahmadinejad, el candidato de la fracción más conservadora de la élite dirigente y que está apoyado por la máxima autoridad religiosa del país, el Guía Supremo Ali Khamenei, tiene importantes apoyos entre los sectores populares, debido a su retórica populista y su política asistencial que permite sobrevivir a millones de personas empobrecidas, mientras que Musaví, tiene más apoyos entre las clases medias, al parecer por proponer una política más favorable a las libertades políticas, pero también a la “liberalización” económica, y de las mujeres, porque su política parece más aperturista respecto a sus derechos. Musaví fue el primer ministro de la República islámica entre 1981 y 1989, cuando miles de opositores fueron duramente reprimidos por el régimen. Las diferencias entre ambos candidatos tienen que ver con los diferentes intereses y estrategias de las distintas fracciones de las élites dirigentes frente al futuro del régimen y las dificultades económicas.

La denuncia de la represión a las protestas populares y del régimen iraní no debe confundirse, sin embargo, con el apoyo a la hipocresía de las potencias occidentales, siempre dispuestas a defender la “libertad y la democracia” frente a regímenes enemigos y a justificar los crímenes y la represión de gobiernos “aliados”, como el del Estado de Israel. Es necesario denunciar la política imperialista de Estados Unidos y del mundo occidental hacia toda la región de Oriente Medio y su doble moral a la hora de juzgar a sus gobiernos, así como denunciar también cualquier intento de injerencia y de manipulación de las protestas para desestabilizar Irán con fines imperialistas.

Se trata de apoyar las movilizaciones populares democráticas en contra del régimen, denunciar la represión y organizar la solidaridad internacionalista, desde la independencia respecto a las potencias y gobiernos occidentales y desde la denuncia de su política imperialista en la región.


Izquierda Anticapitalista
23 de junio de 2009


www.anticapitalistas.org

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