domingo, 3 de enero de 2010

CANCIÓN FALLIDA


"La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas." Karl Marx


Hoy he querido hacerte una canción
pero los versos se me han escurrido
entre las cicatrices de mi anhelo
entre las soledades de tu condición.

Hoy he querido hacerte una canción
pero la voz se me ha escapado
como se escapan tus mañanas
tras el canto de un jilguero.

Hoy he querido hacerte una canción,
pero no pude hallar el ritmo en mis mejillas
la cordura quedó
en aquel baúl del que te hablé.

Hoy he querido hacerte una canción
pero las letras de amor
bien sabés no son mis preferidas
me empalagan las ideas exprimiendo mis excusas.

Hoy he querido hacerte una canción
mas olvidaba cuánto estás sufriendo
quizás no te interese
quizás prefeieras que te haga otro regalo.

Hoy he querido hacerte una canción
y se me ha caído al piso y se ha estropeado
entre las migas de aquel pan que sobró
y que a tanta alegría te generó.

Hoy he querido hacerte una canción
pero no me estás inspirando
cuando de repente abrís los ojos
y ves cada día lo mismo

(No, no te estoy culpando
porque lo mismo es este sistema
que se divierte
dejándote ahí, tirado).

Hoy he querido hacerte una canción,
pequeño de ojos tan oscuros
como los de Malena
(pero no olvidan, pero no perdonan).

Hoy he querido hacerte una canción
pero recordé
que quizás no sabés leer,
que quizás no la puedas entender.

Que tus necesidades más urgentes
no se suplen con palabras,
que tu estómago está vacío
y que anoche, otra vez,
dormiste en la vereda.

Que no te sirve de mucho
que yo te tienda la mano
que te ayude a levantarte
cuando el que viene detrás
te vuelve a empujar.

Hoy he querido hacerte una canción.
Te pido disculpas.
Tus ojos se cerraron por última vez
y ya no pude cantártela.

Soledad Arrieta

1 comentario:

Givés dijo...

Magnífico tu poema, sincero y, por ello, crudo y desgarrador, pero demuestra, también, que aún existe gente con sensibilidad y que, de alguna manera y, quizá sin saberlo, aporta más que cualquier aburguesad@ que pretende acallar su conciencia apadrinando a niños "indefinidos" sólo conocidos a través de una fotografía; o, lo que es peor, calificados como "pobrecitos", mientras son visitados por algún siervo de alguna extendida y pretendida redentora religión, acompañado del/la bienhechor/a en sus vacaciones al lugar donde residen miles de niños que aprenden antes a trabajar que a leer, (si no han muerto antes de hambre).

Como dijo Lao-tsé, aquel filósofo chino, si das pescado a un hambriento, le nutres una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida.

Saludos.