lunes, 11 de enero de 2010

¿Donde estás Federico?

Quiero compartir con todos los compañer@s que nos visitan un hermoso poema de una amiga blogera llamada Givés:




"UNA, DOS, TRES, CUATRO Y CINCO..."

Una, dos, tres, cuatro y cinco,
¿quién va andando por ahi?
La mariposa y el alhelí,
dice el gato dando un brinco.

Y seis y siete y ocho y nueve,
¿y tú de dónde has salido?
pregunta el búho atrevido
¡soñaba bajo la nieve!...


Y diez y once y doce y trece,
dime, ¿qué estabas soñando?
dice el búho aleteando.
¡Dilo!, ¡corre!, ¡que anochece!

Una, dos, tres, cuatro y cinco,
¡soñaba con Federico!...,
contesta el gato al del pico,
que escuchaba con ahínco.

Y seis y siete y ocho y nueve,
¡con Federico, el poeta!,
aclara con voz discreta.
¡Me contó que no se atreve!...

Y diez y once y doce y trece,
la luna, entonces, aúlla,
el gato, asustado, maúlla,
el búho gris se estremece.

Una, dos, tres, cuatro y cinco,
el gato sigue diciendo:
¡la luna se está escondiendo!
¡contaré hasta veinticinco!

Y seis y siete y ocho y nueve,
¡ella conoce el secreto!,
murmura el felino inquieto
mientras la luna se mueve.

Y diez y once y doce y trece,
¡silencio!, grita la luna,
entre hierbas y aceituna.
¡Silencio!, y el gato enmudece.


Givés

Como ya queda mu poquito para que comience el Carnaval de Cadiz 2010, os dejo un pasodoble legendario de la comparsa "La Barraca" dedicado a nuestro Federico. Cada vez que lo escucho se me encoge el alma, es impresionante...



1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi me gusta este fragmento de “Fábula y rueda de los tres amigos”:






"Cuando se hundieron las formas puras

bajo el cri cri de las margaritas,

comprendí que me habían asesinado.

Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,

abrieron los toneles y los armarios,

destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.

Ya no me encontraron.

¿No me encontraron?

No. No me encontraron.

Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba,

y que el mar recordó ¡de pronto!

los nombres de todos sus ahogados."



*Aunque soy escéptico, he de confesar que me asombra la similitud entre el verso del poeta asesinado y la realidad… Y luego está lo de no me encontraron…