viernes, 22 de mayo de 2009

A VECES...


Bueno, este poema va dedicado en general a todos los compañeros y compañeras que ponen sus ganas y su vida en cualquier tipo de lucha por la justicia social, y en particular a mis compañeros del grupo de trabajo del Cine de Verano que estamos intentando levantar en el Parque Tamarguillo (Ayer fue un día difícil para nosotros).

Son tiempos complicados, es muy difícil sacar a la gente a la calle, implicar a los vecinos en las luchas de los barrios y hacer que la gente participe. Esto provoca que haya veces en que las cosas parecen no servir de nada, pero creedme, la semillita por muy pequeña e insignificante que sea, la estamos dejando ahí, en la tierra, y hay que seguir regándola con constancia y trabajo, porque al final, estoy seguro de ello, recogeremos los frutos de la Victoria.

Un abrazo a todos y espero que disfrutéis del poema:

A VECES...

Que complicado a veces
estar en la brecha,
que difícil,
cuanto cuesta
continuar si el silencio
es la única de las respuestas
y no existe atisbo
de complicidad ninguna
en el rostro del vecino
y uno, se siente triste,
honradamente solo
en la mitad del camino.

A veces cuesta
casi la vida misma
seguir andando, caminando
pacientemente, sin prisas,
sin obtener aparentemente ningún resultado.
Uno, se ve y se siente cansado ya de varear,
sin respiro, sin descanso,
sin que caiga maduro
el signo de la Victoria que nos toca,
algún lindo fruto
que llevarse amable a la boca.
A veces, pareciera
que el mundo confabulara
contra el alma,
contra el ardor apasionado
que uno le pone a la batalla,
contra el corazón rojo
que dejamos latiendo y combatiendo
sobre la arena,
contra la mancha de ganas
que siempre le ponemos al ‘tema’.

A veces,
sientes que todo es nada
y que la nada es todo,
no alcanzas sino a balbucear la palabra
que no sabes porqué no cala hondo
en los huesos de una calle duramente maltratada.

A veces,
cuesta tanto seguir
cuesta tanto levantar la mirada
hacer frente al desastre
levantarse con brío a la mañana
después de que todo fallase
y se convirtiese en llamarada.

A veces es tan duro
presentar constancia en la tarea
si no va, si no sale la jugada…
Cuanto cansa, cuanto pesa
no encontrar la celada
en que atrapar viva la conciencia.

A veces,
Cuando todas estas cosas pasan
suele aparecer el desaliento
lo que era firme confianza
Desciende y merma
el desasosiego, hace de tu cuerpo
el lugar donde brilla y reina.
Y entonces compañero,
para cuando todo esto suceda,
ten la frente bien alta
aprieta los puños y piensa
que Vivir es Combatir
y que el combate es la manera
más digna y bella de vivir
e incluso de morir
si el caso fuera.


JUAN ANTONIO GONZÁLEZ MOLINA

1 comentario:

Enrique Sabaté dijo...

Lucha y retorna:
¿Desiertas barricadas?
No retrocedas.