Ay morena,
cañí del cielo,
Que cercenas la prisión
que me apoltrona
Y apaciguas el sollozo
de la ausencia
Que me invade si me falta
tu presencia
me abandona,
Traes el júbilo
en tus labios de lozana
A estos pétreos labios
que te invocan
Y la vida les devuelves
cuando tocan
Puros labios
de lucha partisana,
Pues el pueblo va
en tus labios de mengana,
Mi alma brama
Traigo noches
para dormir al día
Y a mi luna
Alejandro González-Serna
2 comentarios:
Hermosísimo si Señor, gran poema compañero, no podía ser menos dado la talla de su autor y la Imponente altura de su destinataria.
Abrazo a los dos!!!
Muchas gracias camarada!
No creo que sea la talla del autor, ya que uso una talla mediana, osea, común y normalita.
En todo caso debe ser, más que la altura, el tamaño del corazón de su destinataria.
Otro abrazo para ti!
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