LA DEGRADACIÓN POLÍTICA DE IU

La escalonada y continua degradación política que ha venido sufriendo Izquierda Unida desde su fundación hasta hoy, está consolidando la falta de apoyos hacia la misma de los sectores obreros y realmente de izquierdas del panorama electoral español. Grandes masas de votantes afines al ala izquierda de las ideas políticas se encuentran desorientados ante la lamentable actuación llevada a cabo por la coalición de partidos de izquierda fundada en 1992. Izquierda Unida se ha insertado en el sistema de tal manera que es una pieza más en la maquinaria que lo mantiene vivo. Tiene su pequeñísima cuota de poder en determinados sectores municipales y provinciales del país, y para el partido, pesa más mantener la diminuta poltrona que le permiten ostentar los adalides del sistema, que su supuesta vocación Anticapitalista y Obrera. La hoz y el Martillo desaparecieron cuando se creo el inocuo logo del partido, ‘La Internacional’ ya no suena en sus actos públicos, y lo que es más importante, en su programa político ya no figura como objetivo principal la destrucción del Sistema Capitalista. Un partido político que se llame de izquierdas debe de aspirar a derrocar el sistema imperante a través de medios políticos, debe al menos intentar socavar los cimientos del mismo, presentarse ante el electorado como una alternativa al capitalismo y no como una fuerza reformadora y más cercana a la socialdemocracia que al socialismo científico. Izquierda Unida, si quiere sobrevivir, debe olvidar los escaños, los votos, los carguitos y su insignificante cuota de poder, y debe salir a la calle. Allí es donde IU tiene que ganar la batalla. Debe tener presencia en los barrios, en las luchas vecinales que piden y exigen derechos civiles y sociales para los ciudadanos de los pueblos de España. Debe estar siempre en las oficinas, en los talleres, en las fábricas, etc., es decir, hacer notar su presencia y actuar en todos y cada uno de los campos de la actividad laboral donde haya un obrero desamparado. Debe presentarse no como un partido político que aspire a cazar votos, sino como una organización política que ponga todos sus recursos y resortes político-sociales al servicio de la clase obrera. Debe apoyar y estar presente en las luchas de todos los movimientos sociales que propugnan un cambio, colaborando activamente con ellos, recogiendo y difundiendo todas sus pretensiones y deseos. Pásense señores de IU por las Universidades españolas, siéntense en las aulas con los estudiantes que están defendiendo la Universidad Pública frente al Plan Bolonia. Expresen su apoyo firme e inamovible a los procesos Antiimperialista y de justicia social que están triunfando en Latinoamérica y que son vilipendiados y desprestigiados a diario con burdas mentiras y engaños desde los medios de comunicación y las instituciones del mundo Capitalistas. Opónganse frontalmente a todas y cada una de las manifestaciones del sistema capitalista, sin reparos, con la claridad meridiana de que es lo justo y lo necesario. Defiendan ante todo y sobre todo lo colectivo frente a lo privado. Déjense ya de milongas y banalidades.

La situación que estamos viviendo en la actualidad exige de una radicalización en los mensajes, exige poner el punto sobre las "ies", exige llamar a la movilización total de las clases trabajadoras. Los despidos, los expedientes de regulación de empleo, la tremenda precariedad laboral y el aumento de la tasa de paro de forma indiscriminada están asolando España y el mundo, y desde IU se sigue con los brazos cruzados. Basta ya de política de salón y despacho, salgan a la calle, llamen a la subversión, a la transformación, a la movilización, canalicen las demandas de todos los que de verdad sufren en sus carnes los avatares del injusto y salvaje Sistema Capitalista, las personas indefensas, que se cuentan por millones, condenadas al paro, al desahucio, la explotación y la miseria.

Mientras esto no sea así, no cuenten con mi voto.

Juan Antonio González Molina.